Responder al llamado de Dios requiere una confianza absoluta, una fe "total" que parece atrevida o incluso arriesgada para el mundo exterior. Hace cien años, la audaz obediencia resultó en la creación del Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans.

Al caminar por el campus hoy, uno podría fácilmente minimizar la naturaleza improbable de la fundación de la escuela. Es fácil subestimar la audacia que se necesitó para plantar raíces en la ciudad más singular de la nación o hacer caso omiso del coraje que se requirió para permanecer en Nueva Orleans después del huracán Katrina.

En mayo de 1917, los delegados de la reunión de la Convención Bautista del Sur en Nueva Orleans,  votaron para establecer el Instituto Bíblico Bautista (BBI,por sus siglas en inglés). El objetivo de la escuela era ayudar a plantar el Evangelio en Nueva Orleans y utilizar el entorno urbano como un laboratorio de entrenamiento del Evangelio.

El establecimiento de un seminario a principios del siglo pasado en Nueva Orleans fue un esfuerzo inmenso por cumplir la Gran Comisión. Nueva Orleans se parecía poco al resto del sur. La ciudad diversa tenía más en común con los campos misioneros extranjeros que con otras ciudades de EE. UU. En aquel momento sólo existían en la ciudad seis iglesias de la Convención Bautista del Sur (SBC, por sus siglas en inglés).

A pesar de los desafíos únicos, los bautistas del sur no rehuyeron de Nueva Orleans. Pusieron su dinero y apoyo en la nueva escuela y  esta prosperó.

En el año de la votación, Byron Hoover DeMent fue nombrado presidente, se formó una facultad, se compró un campus y BBI estaba listo para abrir. Las clases comenzaron en octubre de 1918, pero debido a un brote de influenza, el semestre se suspendió hasta mediados de noviembre.

Evangelizar a Nueva Orleans fue la motivación principal detrás de la decisión de SBC de comenzar BBI y los estudiantes y profesores de la incipiente escuela abrazaron esta tarea desde el principio. Autobuses de estudiantes de BBI compartieron el Evangelio a través de la ciudad y la región en los primeros años. El evangelismo en la ciudad sigue siendo algo prioritario, incluso hoy en día.

Otros siete hombres sirvieron como presidentes después de DeMent y cada uno hizo contribuciones significativas a la escuela. Los presidentes de NOBTS fueron W.W. Hamilton (1928-1942); Duke McCall (1943-1946); Roland Q. Leavell (1946-1958); Leo Eddleman (1959-1970); Grady Cothen (1970-1974); Landrum Leavell II (1975-1995); y Chuck Kelley (1996-presente).

Desde el momento en que Hamilton asumió el cargo en 1928, la escuela se enfrentó a una lucha por la supervivencia. Ya en deuda por el costo de comenzar la escuela, la Gran Depresión exacerbó el estrés económico. Durante este tiempo oscuro, BBI solo podía pagarle a cinco miembros de la facultad. Muchos que perdieron sus trabajos durante la crisis económica continuaron enseñando sin paga. Las iglesias en el área a menudo les pagaban a sus ministros estudiantiles de  BBI con comida.  Cada domingo por la tarde, el cuerpo estudiantil se reunía para dividir la comida que habían recibido ese día. Sobrevivieron una semana a la vez.

Durante la breve presidencia de McCall, la economía mejoró y la escuela pagó sus deudas. Los fideicomisarios solicitaron un cambio de nombre con los delegados a la SBC. El 17 de mayo de 1946, pocos días después de que Ronald Q. Leavell fuera elegido presidente, BBI cambió su nombre a New Orleans Baptist Theological Seminary (Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans).

A fines de la década de 1940, el campus original estaba abarrotado y no había espacio para el crecimiento. Roland Q. Leavell aseguró un antiguo huerto de nueces en Gentilly y desarrolló un ambicioso plan del campus. En 1953, se hizo el traslado para el nuevo campus. El perfil académico avanzó y el seminario recibió la acreditación de la Asociación de Escuelas Teológicas durante el mandato de Leavell.

La escuela continuó creciendo bajo el liderazgo de Leo Eddleman y Grady Cothen. Cothen fue el primer graduado de NOBTS en asumir el papel presidencial.

El 9 de septiembre de 1965, el nuevo campus se enfrentó a su primer gran desafío climático cuando el huracán Betsy rugió a través de la ciudad. Un tercio del campus se inundó y se perdieron muchos árboles, sin embargo, el daño fue mínimo y el equipo de Eddleman restauró el campus.

En 1975, los fideicomisarios seleccionaron a Landrum Leavell II como el próximo presidente. Landrum fue el segundo Leavell en dirigir la escuela, y solo el segundo graduado de NOBTS en servir como presidente. Los de NOBTS se convirtieron en innovadores en educación teológica a distancia al establecer una red de centros de extensión. Estos centros permitieron que los estudiantes que servían en iglesias en todo el sureste retuvieran sus puestos en la iglesia mientras completaban una educación en el seminario. Leavell amplió el campus principal, compró una antigua tienda departamental y la convirtió en el Hardin Student Center.

Poco después de que Chuck Kelley fuera elegido para seguir a Leavell como presidente de NOBTS, se descubrieron graves daños por termitas en todo el campus. Los fideicomisarios consideraron la reubicación, pero al final, aprobaron un esfuerzo masivo de restauración del campus. Unos años después del esfuerzo de rehabilitación del campus, el huracán Katrina arrasó la región e inundó el campus. La recuperación no fue una tarea pequeña, pero el campus fue reconstruido y la comunidad del seminario renovó su compromiso con la ciudad. Ahora, casi 13 años después de la tormenta, NOBTS permanece profundamente comprometido con el ministerio y la evangelización en Nueva Orleans.

El mandato de Kelley ha estado marcado por la fidelidad a la doctrina bíblica, un compromiso con los altos estándares académicos y una dedicación a los aspectos prácticos del ministerio necesarios para el servicio de la iglesia. Los esfuerzos intencionales para construir una población estudiantil diversa han resultado en una creciente población estudiantil afroamericana, hispana e internacional. El programa de educación penitenciaria de la escuela está teniendo un gran impacto en las cárceles del sudeste y el modelo está siendo utilizado por otros seminarios a lo largo de los EE. UU.

Hoy, los estudiantes, la facultad y el personal de NOBTS se benefician del compromiso audaz de los mensajeros de SBC hace 100 años. La generación actual de estudiantes continúa el legado evangelístico y misionero del seminario en Nueva Orleans y más allá.

El presidente DeMent una vez comentó que la escuela era "preeminentemente hija de la providencia y la oración". La observación de Dement parece una forma apropiada de describir los primeros 100 años del seminario.

Visite www.nobts.edu/100 para más información sobre la celebración del centenario.